La asesora jurídica de ADF International, Laurence Wilkinson, señala que el caso de una estudiante de obstetricia suspendida de su curso universitario por sus opiniones pro vida marca una escalada preocupante en la continua incapacidad de las universidades para asegurar la libertad de expresión en los diversos campus.
En The Spectator detalla que los sindicatos de estudiantes de todo el país han tratado de evitar que las asociaciones pro vida se afilien sobre la base de que sus “valores” no son los mismos que los del organismo estudiantil.
Los organismos representativos de los estudiantes en Nottingham, Glasgow, Strathclyde y Aberdeen han tenido finalmente que aceptar la afiliación de los grupos pro vida después de que plantearan llevarles a juicio por esa discriminación.