- Los constantes crímenes contra la humanidad dirigidos hacia musulmanes, cristianos y otros grupos deben parar
- ADF International hace un llamado de acción colectiva a la comunidad internacional, luego de que las fuerzas militares tomen el poder
GINEBRA (12 de Febrero 2021) – Grupos internacionales de Derechos Humanos han demandado que se actúe de inmediato para detener las constantes y severas violaciones a los derechos humanos en Myanmar este viernes en Ginebra. En un comunicado durante una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el oficial jurídico de ADF International Giorgio Mazzoli, instó al Consejo a que tomaran medidas prontas, pongan un fin a la persecución de los Rohingya y otras minorías, y que traigan a los infractores frente a la justicia.
“Nadie debería ser perseguido a causa de su Fe. Myanmar ha caído de vuelta en manos de la misma fuerza militar que, desde agosto del 2017, ha llevado a cabo una campaña brutal y sostenida de genocidio contra la minoría musulmana Rohingya en el estado Rakhine. La persecución persistente y prolongada contra las minorías étnicas y religiosas de Myanmar, incluidos los cristianos, es un escándalo que afecta a la conciencia de la humanidad, y esta situación no hará más que empeorar si no se reacciona a tiempo y con determinación ante el cruel desprecio de los derechos humanos por parte del Tatmadaw,” declaró Mazzoli.
Vea el comunicado completo:
El genocidio demanda que todos los Estados actúen inmediatamente
Expertos han advertido repetidas veces acerca de los crímenes contra la humanidad e incluso el genocidio que está sucediendo en Myanmar. De acuerdo con la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, si un país está perpetrando mediante este, uno de los más severos crímenes, se debe tomar acción inmediata. Sin embargo, muy pocas medidas han sido puestas en práctica, incluso después del golpe de estado militar en el primero de febrero. La organización de derechos humanos ADF International está haciendo un llamado a la movilización del Consejo de Seguridad, que es el organismo más poderoso de las Naciones Unidas cuando se trata de mantener la paz internacional.
“La comunidad internacional debería buscar un regreso inmediato al formato de gobierno civil en Myanmar. Instamos al Consejo de Seguridad que se supere el estancamiento actual y que se tomen medidas prontas para apoyar la democracia y los derechos humanos. Esto incluye imponer sanciones dirigidas hacia los líderes militares y sus deshonrados facilitadores. Los perpetradores de las graves violaciones a los derechos humanos que han ocurrido en el país deben ser llevados frente a la justicia. Los líderes globales deberían solidarizarse con las minorías étnicas y religiosas perseguidas en Myanmar. Reconocer la crisis de los Rohingya como un genocidio, en consonancia con el derecho internacional, es el primer paso vital,” afirmó Mazzoli.