La Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos está a favor de regular la expresión prohibiendo el «discurso del odio», socavando así los principios fundamentales de Estados Unidos.
Sin embargo, Estados Unidos reconoce la libertad de expresión y se opone a la restricción por parte de las autoridades de la llamada «incitación al odio». Además, el Tribunal Supremo -el más alto tribunal de Estados Unidos- ha afirmado en repetidas ocasiones que la restricción oficial por «discurso del odio» aparte de los casos justificados (como la incitación a la violencia o la difamación) es inconstitucional y conduce inevitablemente a la arbitrariedad.
La política internacional estadounidense también debería seguir estos principios.
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Sean Nelson es asesor jurídico en materia de libertad religiosa en ADF International.