Que la libertad religiosa prevalezca
Restaurar la libertad religiosa como un derecho fundamental
asuntos legales en curso
¿Por qué la libertad religiosa es tan importante?
La libertad religiosa es un derecho fundamental, inalienable y prepolítico que pertenece a cada persona, sin importar su religión o creencia.
La libertad de tener una relación con Dios existe desde el principio. Dios creó los cielos, la tierra y todo lo que hay en ellos, incluyendo hacer a los seres humanos a su imagen y semejanza. Esto significa que la humanidad es inherentemente religiosa y que, a imagen de Dios, posee libertad, dignidad y responsabilidad moral.
Como Adán y Eva, estamos llamados a escoger libremente a Dios. Como dice el apóstol Pablo en Gálatas 5,1: “Cristo nos liberó para ser libres. Manténganse, pues, firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.”
“Cristo nos liberó para ser libres. Manténganse, pues, firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.”
Gálatas 5,1
Jesús nos enseñó que debemos dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. El corazón y el alma de los seres humanos pertenecen a Dios, no al César. Coaccionar o prohibir la creencia constituye una invasión gubernamental a la exclusiva jurisdicción de Dios. En los Hechos de los Apóstoles, vemos cómo los apóstoles resisten los esfuerzos de las autoridades gubernamentales para coaccionar sus creencias y limitar su libertad de proclamar el Evangelio. Porque los seres humanos son libres ante Dios, el Estado, instituido por Dios, debe proteger y respetar la libertad de adorar y vivir de acuerdo con las creencias religiosas de cada uno.
Los cristianos están llamados a vivir su fe públicamente en palabras, acciones y adoración. Sin embargo, la censura, los ataques a la conciencia y las restricciones sobre el culto pueden hacer creer que la fe es un asunto privado y que las expresiones del cristianismo son perjudiciales. Esto es falso. La libertad religiosa o de creencia es un derecho fundamental y universal. Además se encuentra reconocida en los tratados de derecho internacional. Protege a cada persona, sin importar su religión o creencia, o la falta de ella.
El Estado no tiene autoridad sobre la religión o las creencias elegidas por una persona. Esto aplica a todo el mundo y de ninguna manera debería ser afectado por la validez percibida de sus creencias. La importancia otorgada a la libertad religiosa en la ley es un reconocimiento de que la religión o las creencias de cada persona, o la falta de ella, son parte fundamental de quién es y cómo vive. Por lo tanto, la protección de la libertad religiosa reconoce y preserva la dignidad humana. Una de las tareas principales del Gobierno es preservar la libertad de cada persona de elegir sus propias convicciones. Nadie debería ser castigado por pacíficamente expresar sus más profundas creencias.
Como es evidente en los lugares de persecución en el mundo, una sociedad no puede conocer la paz mientras viole el derecho a la libertad religiosa.
¿Cuál es el marco legal para el derecho a la libertad religiosa?
El derecho a la libertad religiosa o de creencia está claramente protegido en el derecho internacional, basado en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que afirma que “toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.”
Esto fue codificado en el derecho internacional en el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Además, la libertad religiosa es un derecho no derogable según el artículo 4 del Pacto. Incluso en estado de emergencia, los Estados no pueden ignorar sus obligaciones de protegerlo.
A nivel regional, el Convenio Europeo de Derechos Humanos protege la libertad religiosa y de conciencia su artículo 9, que también incluye el derecho a manifestar la religión o creencia “en práctica y observancia.” La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea va más allá al especificar que reconoce el derecho a la objeción de conciencia.
El artículo 12 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece amplias protecciones para la libertad religiosa, incluyendo un derecho absoluto e independiente a la conversión religiosa.
Las leyes que criminalizan la libertad religiosa
En Occidente, la libertad religiosa es protegida por las constituciones nacionales; sin embargo, en muchas jurisdicciones no se garantiza en la práctica, porque las leyes de no discriminación prevalecen sobre las reclamaciones de libertad religiosa.
En otras partes del mundo, donde la persecución es alarmante, la libertad religiosa es restringida por medio de leyes que criminalizan la conversión, la apostasía, la blasfemia, el evangelismo, la autonomía de la iglesia, y el culto comunitario de cristianos y otros grupos minoritarios.
Las leyes contra la conversión violan el derecho a la libertad de elegir y cambiar de religión. Usualmente, los oficiales gubernamentales y las autoridades policiales hacen cumplir arbitrariamente estas leyes, y obstaculizan enormemente la conversión. Incluso en ausencia de una prohibición clara, otros obstáculos burocráticos son introducidos efectivamente para prohibir la conversión de una religión mayoritaria a una minoritaria, frecuentemente del islam al cristianismo.
Las leyes en contra de la conversión se encuentran en todo el sur y sudeste asiático, particularmente en la India, Nepal, Myanmar y Bután.
Las leyes en contra de la “blasfemia” violan los derechos humanos al criminalizar las expresiones consideradas ofensivas por la religion mayoritaria, a veces incluso imponiendo la pena de muerte por expresar pacíficamente sus creencias. 79 países en todo el mundo tienen leyes contra la blasfemia y es castigada con pena de muerte en ocho de ellos.
Queremos que todas las personas, en todas partes, tengan el derecho a compartir y vivir libremente sus convicciones religiosas, incluso la libertad de predicar y seguir el Evangelio.
ADF International defiende vigorosamente el derecho a la libertad religiosa y se opone a todos los intentos de castigar o perseguir a las personas por vivir pacíficamente su fe. Aprovechando nuestra red internacional, buscamos justicia para quienes son perseguidos y, en última instancia, queremos abolir las leyes que atentan contra la libertad religiosa y alimentan una peligrosa y mortal cultura de persecución.
ADF International protege el derecho a la libertad religiosa a través de nuestros esfuerzos de defensa legal para:
- Proteger y promover el derecho a la libertad religiosa o de creencia, coordinando su defensa legal en organismos internacionales
- Defender y expandir las protecciones legales del derecho a la libertad religiosa o de creencia a nivel nacional
- Asegurar justicia para las víctimas de persecución religiosa, apoyándolas en su defensa ante los tribunales de justicia
- Frenar, detener y, en última instancia, revertir la propagación de las leyes de blasfemia, anti conversión y apostasía
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