Estamos ubicados estratégicamente donde Este y Oeste europeo se encuentran. Nuestra sede principal proporciona una base ideal para coordinar nuestros esfuerzos de abogacía e incidencia alrededor del mundo. Desde aquí, dirigimos los casos que hemos presentado ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y nos involucramos localmente con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, y la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.

Estamos ubicados en la capital de la Unión Europea. Brindamos asesoramiento al Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo de Ministros, abogando por las iniciativas en favor de los derechos humanos para impactar toda Europa, y poniendo de relieve nuestros casos y labor de incidencia a nivel internacional, para obtener apoyo de estos organismos.

A las puertas del centro neurálgico de derechos humanos de las Naciones Unidas, enfocamos nuestros esfuerzos de defensa legal en el Consejo de Derechos Humanos, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, y los distintos organismos que supervisan los tratados de derechos humanos, ofreciendo recursos legales a los representantes de los Estados miembros, en apoyo a la protección de los derechos humanos.

Abordamos la formación del derecho, las políticas públicas y la opinión pública a través de medios de comunicación en el corazón de la capital del Reino Unido, irradiando a su vez el resto del mundo de habla inglesa. Desarrollamos y mantenemos relaciones con aliados para influir en las decisiones del parlamento, tribunales y canales de comunicación británicos.

La oficina en Washington D.C. nos permite involucrarnos de manera efectiva con gobiernos y grupos de la sociedad civil presentes en los Estados Unidos de América, especialmente con aquellos comprometidos con la promoción de la libertad religiosa a nivel global, incluyendo a la Alianza Internacional para la Libertad Religiosa o de Creencias, como socios clave, y la Organización de Estados Americanos, que reune a los Estados miembros de América Latina, el Caribe, los Estados Unidos y Canadá.

Nuestro estatus oficialmente acreditado ante las Naciones Unidas nos permite mantener una presencia a tiempo completo en el principal organismo internacional del mundo, proporcionando asesoría legal a los Estados miembros, y así garantizar la protección a la dignidad inherente de cada persona. Trabajamos específicamente en la Asamblea General, el Consejo Económico y Social, y una variedad de comisiones de alto nivel, y otras entidades influyentes de las Naciones Unidas.