ESTRASBURGO (16 de Octubre 2020) – ADF International lleva al Tribunal Europeo de Derechos Humanos las violaciones de las libertades fundamentales de una iglesia rusa. Esta batalla legal parece no tener fin. Desde hace 20 años la Iglesia Palabra de Vida en Kaluga, una ciudad cerca de Moscú, tiene que luchar contra la expropiación de este terreno. Las autoridades los acusan de aparentemente realizar cambios en el edificio ya existente sin autorización. A esta acusación ya le precede toda una serie de objeciones judiciales, la mayoría de las cuales resultan ser sólo obstáculos burocráticos que en realidad pretenden reprimir a las minorías religiosas en Rusia.
«Ninguna persona debe ser acosada a causa de su fe. Toda persona tiene el derecho fundamental de elegir libremente su fe y practicarla sola o con otros, en público o en privado. La negativa de las autoridades de Kaluga a reconocer a esta organización religiosa como propietaria del edificio de la iglesia que compró es una grave violación de la libertad religiosa. Si el Tribunal Europeo de Derechos Humanos afirma su jurisdicción sobre este caso, esto podría tener consecuencias de gran alcance para todos los ciudadanos rusos que desean practicar libremente su fe», dijo Lidia Rieder, asesora jurídica principal de ADF International.
Libertad de religión en Rusia
La Iglesia Palabra de Vida de Kaluga compró un terreno en el año 2000 para construir una iglesia para las reuniones de la comunidad religiosa. A pesar de que se han cumplido todos los requisitos legales, las autoridades locales se niegan a reconocer a la Iglesia Palabra de Vida como propietaria y, en los últimos 20 años, han encontrado repetidamente nuevos obstáculos burocráticos para dificultar la labor del grupo. En una declaración pública, el alcalde local incluso instó a las autoridades a expropiar la propiedad «por cualquier medio necesario para ello.» Como resultado, se emitió una orden de embargo de la propiedad en favor de unos almacenes cercanos. Si bien la Iglesia Palabra de Vida conservó la propiedad, en diciembre de 2019 una sentencia judicial les prohibió el uso del edificio. Actualmente, la comunidad tiene que reunirse en una carpa fuera de la propiedad. En su presentación ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ADF International criticó que se había violado el derecho fundamental de los creyentes a la libertad de religión y de reunión porque se les había negado el derecho a reunirse y rezar juntos en su propia instalación.
En su informe anual de 2020, la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos calificó a Rusia de «país especialmente preocupante». Según el informe, la policía asalta regularmente los domicilios particulares de los creyentes o los lugares de culto de las minorías religiosas. Las personas pertenecientes a minorías señalan que las autoridades locales abusan de las leyes contra el extremismo para añadir otros textos religiosos a la lista oficial de libros prohibidos. Las autoridades también impiden a las minorías religiosas adquirir terrenos y les niegan los permisos de construcción para sus lugares de culto.
Bak vs. Rusia
En diciembre de 2019, ADF International llevó el caso del pastor Vitaliy Bak al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Él dirige una iglesia bautista en Verkhnebakansky, Rusia. Las autoridades clausuraron zonas de su propiedad en julio de 2019. Sobre el papel, acusaron a la comunidad de utilizar ilegalmente una propiedad privada para la oración comunitaria. Además, reprocharon que el edificio no estuviera asegurado de acuerdo con las leyes antiterroristas rusas. En medio de la crisis de Corona, las autoridades municipales interpusieron una demanda y pidieron al tribunal local de Novorossiysk que ordenara la demolición de la casa, en la que también viven algunas personas, sólo porque allí se celebraban servicios religiosos. Según la legislación rusa, las comunidades reconocidas como grupo religioso no pueden adquirir bienes inmuebles, por lo que deben reunirse en edificios privados.
«Toda persona tiene derecho a practicar su religión en público o en privado. Esto incluye el derecho a hacerlo en comunidad con otros. Al ratificar el Convenio Europeo de Derechos Humanos, Rusia también se compromete a rendir cuentas por las violaciones de los derechos humanos. El respeto a la libertad religiosa de sus propios ciudadanos no sólo está protegido por la Convención, sino que es un criterio decisivo para evaluar el nivel de desarrollo de una democracia. Esperamos que el tribunal sostenga su jurisdicción en este caso de la Iglesia de la Vida Mundial como lo hizo en el caso del pastor Bak», dijo Robert Clarke, subdirector ejecutivo de ADF International.