Las Naciones Unidas han emitido una respuesta oficial a la petición de USAID de eliminar el aborto de la lista de medidas para contener el virus de la corona: «Cualquier acusación de que estamos explotando la pandemia de la corona para promover los abortos es incorrecta». El portavoz de la ONU afirma que «no tenemos planes de cambiar ninguna ley nacional».
Por otro lado, la OMS -el organismo especializado de las Naciones Unidas encargado de contener el virus- pide a Ecuador que legalice el aborto. La dramática situación de la crisis en Ecuador llevó al presidente Lenin Moreno a solicitar a la OMS el estatus de prioridad para Ecuador. Escondido en la página 22 del posterior informe de la OMS está la estipulación de que Ecuador implemente «abortos legales seguros».
El aborto es ilegal en Ecuador, con muy pocas excepciones. Este último caso demuestra una vez más que las Naciones Unidas, con el pretexto de la contención del COVID-19, intentan cambiar las leyes nacionales sobre el aborto violando la soberanía de los Estados.
Ecuador se ha visto especialmente afectado por el virus: las cifras oficiales hablan de más de 30.000 casos de enfermedad y más de 2.000 muertes. Otras fuentes hablan de un número de muertos hasta 15 veces superior, un triste escenario cuya veracidad también se ve respaldada por los informes sobre las calles llenas de cadáveres y el colapso del frágil sistema sanitario nacional.
En las reuniones oficiales entre Moreno y el director de la OMS, Tedros Adhanom, no se ha mencionado ni una sola vez la palabra aborto, de lo contrario se habría producido una protesta en la población mayoritariamente provida. En lugar de establecer condiciones claras, la OMS está utilizando una puerta trasera para aumentar la presión para legalizar el aborto. Y esto en un momento en el que Ecuador pide ayuda desesperadamente ante la alta tasa de mortalidad causada por el COVID-19.
Recientemente, las leyes sobre el aborto en Ecuador fueron objeto de una revisión nacional. Un intento de los legisladores de legalizar los abortos fracasó en septiembre de 2019 debido a las protestas a nivel nacional. El tema del aborto es de exclusiva jurisdicción de Ecuador, es un asunto que los ecuatorianos deben decidir por Ecuador y no debe ser impuesto desde una oficina en Ginebra.
La OMS ha prometido a Ecuador importantes beneficios, como un paquete de ayuda de 7,25 millones de dólares para ayudar a contener la pandemia. Esto incluye el equipo de protección y los suministros necesarios para la infraestructura médica. Ecuador recibirá 3 millones de dólares adicionales para «salud sexual y reproductiva y salud materna, neonatal e infantil». El FNUAP, el UNICEF y la Organización Panamericana de la Salud se encargan de administrarlo. Muchos de estos millones podrían ir directamente a manos de organizaciones abortistas, violando así también la legislación ecuatoriana.
La base para la promoción del aborto es el «Paquete de Servicios Iniciales Mínimos» (PSIM), administrado por el UNFPA. El PSIM está diseñado para ayudar en las emergencias humanitarias y consiste en cajas de «material de salud reproductiva» para mujeres y niñas. El personal del PSIM está capacitado para recomendar y realizar abortos. Las cajas también contienen diversos materiales que se utilizan habitualmente en relación con los abortos, como ventosas, herramientas para la dilatación y el legrado, así como diversos medicamentos, como el misoprostol, y cranioclastos utilizados para aplastar el cráneo del niño. Además, para borrar cualquier duda de que estos dispositivos y medicamentos están destinados a los abortos, se incluyen instrucciones que explican cómo realizar abortos en el primer trimestre.
El 25% de la población de Ecuador vive en la pobreza y el 8,9% está afectado por la pobreza extrema. Por lo tanto, Ecuador siempre necesita apoyo financiero. Además, la debilidad y la vulnerabilidad del país en desarrollo se han visto agravadas por la pandemia. Tal y como afirma la OMS, el país, que depende del turismo, se encuentra en una situación desesperada porque, además de los turistas, se están perdiendo exportaciones como las flores y los plátanos.
Algunos temen que la decisión de Estados Unidos de suspender los pagos a la OMS repercuta negativamente en los esfuerzos de ayuda: solo en 2018-2019, Estados Unidos realizó pagos por valor de 900 millones de dólares, que ahora se han suspendido. Sin embargo, Estados Unidos, a través de USAID, ha hecho recientemente una donación directa a Ecuador de 8 millones de dólares.
Queda por ver si es más prudente que Ecuador mantenga a raya la intervención de la OMS. Si la ayuda de COVID sólo se da a cambio de la pérdida de soberanía nacional, el país podría estar mejor sin la ayuda de emergencia que conlleva numerosas obligaciones. En cualquier caso, la implicación de la OMS en la realidad del aborto en el país sudamericano es un grave cruce de fronteras que perjudica aún más la ya dañada reputación de la organización.