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Pastor es obligado a dejar su casa en Turquía por predicar

  • El pastor al que se le prohibió entrar en el país al que llamó hogar durante 19 años presenta una demanda contra su expulsión ante el máximo tribunal europeo
  • “Efecto estremecedor” para la libertad religiosa de los líderes cristianos de todo el país

Ankara/Estrasburgo (20 de enero de 2021) – David Byle, pastor residente en Turquía, se vio obligado a abandonar el país al que había llamado hogar durante 19 años.. En él ha criado a sus hijos y se convirtió en un miembro muy unido a la comunidad simplemente por compartir su fe.

Esta semana, ADF International presentó una demanda en su nombre ante el máximo tribunal europeo de derechos humanos. 820 millones de europeos de 47 naciones diferentes están sujetos a sus sentencias.

“Cada vez que hablábamos en público, la gente se entusiasmaba por escuchar y aprender. Durante mucho tiempo pudimos luchar con éxito contra los intentos del gobierno de detener nuestro ministerio porque sólo hacíamos uso de nuestro derecho a la libertad religiosa, protegido por la Constitución turca. El gobierno no nos quería en Turquía, pero mucha gente sí. Dios nos llamó allí, quiere que el pueblo turco escuche hablar de Él y sepa que está haciendo cosas maravillosas”, dijo David Byle.

Byle se enfrentó a una injusta deportación en 2016 y cuestionó la legalidad de la medida ante los tribunales. Aunque se le había concedido una medida cautelar que le permitía quedarse hasta que se dieran a conocer las conclusiones, Byle se enfrentó inesperadamente a una nueva detención tan solo un día después de la mediática liberación del pastor estadounidense Andrew Brunson en Turquía en octubre de 2018.

A pesar de que se le garantizó su protección para que pudiera permanecer en el país, se le dictó una nueva orden para que abandonara el país en un plazo de quince días. Las autoridades alegaron que Byle constituía una amenaza para el orden público y la seguridad, a pesar de que había impugnado con éxito los cargos presentados anteriormente contra él. Tras abandonar el país, las autoridades le impusieron una prohibición permanente de reingreso, algo que sólo descubrió al intentar regresar con su familia con la que ahora reside en Alemania.

Aumento de la discriminación contra los cristianos en todo el país

El ministerio de David comenzó como evangelista callejero compartiendo el evangelio por todo Estambul. A partir de 2007, notó un creciente acoso a medida que la policía molestaba ante esta muestra pública de cristianismo.

Los cambios en la situación política de Turquía han hecho que el gobierno tome medidas más severas. Los pastores cristianos y sus familias son amenazados a diario. Con sus acciones, el gobierno está creando un “efecto estremecedor” al tratar mal a los cristianos en Turquía -sobre todo a los extranjeros- y dificultar al máximo su misión de evangelización. Esta hostilidad a la que se enfrentan Byle y otros es una tendencia preocupante de los últimos años.

“Nadie debería ser discriminado por su fe. Las muestras de hostilidad declarada hacia David y otros cristianos extranjeros que ahora presenciamos en Turquía son un intento deliberado de ahogar la difusión del cristianismo y representan un ataque a la libertad religiosa. La labor misionera de David, aunque es legal tanto en virtud del Convenio Europeo como de las leyes nacionales turcas, es la clave para entender la decisión de las autoridades de deportarlo y prohibirle la entrada al país. Es una grave violación utilizar las leyes de inmigración como instrumento para interferir en el derecho fundamental de una persona a manifestar sus creencias religiosas”, dijo Lidia Rieder, responsable jurídica de ADF International.

Como ocurre en todo el mundo, la persecución de los cristianos va en aumento. Turquía no es una excepción. Los cristianos son el grupo religioso más perseguido del mundo y, sin embargo, este problema recibe poca atención de la comunidad internacional.

“Todo el mundo tiene derecho a elegir su religión y a expresarla en público y en privado. Verse obligado a abandonar repentinamente el país al que has llamado hogar durante dos décadas simplemente por lo que crees es de pesadilla. Al ratificar el Convenio Europeo de Derechos Humanos, Turquía se ha comprometido a proteger el derecho a la libertad religiosa. Esperamos que el Tribunal aproveche la oportunidad de escuchar el caso de David Byle y haga que Turquía rinda cuentas”, dijo Robert Clarke, director adjunto de ADF International.

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